Las infraestructuras resistentes a sismos implican un costo adicional entre 10 y 15%. La placa tectónica Altiplano registró movimientos inusuales, según la Guía Boliviana de Diseño Sísmico.

Solo el 20% de las construcciones del país son antisísmicas, según diagnósticos de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) y el experto en diseño sísmico Rolando Grandi, quien presentó una Guía Boliviana de Diseño Sísmico para promover medidas de seguridad.

“Si bien muchas instituciones públicas y privadas han tomado previsiones, no la gran mayoría, por eso debemos difundir (la guía) para concientizar a la población. (…) Un 80% está desprotegido. La idea es que de ahora en adelante todas las nuevas construcciones tengan diseños antisísmicos”, explicó Grandi a La Razón.

De igual forma, el presidente nacional de la SIB, Carlos Ballón, basado en diagnósticos de la institución, coincidió con la cifra y afirmó que solo el 20% de las infraestructuras del país cuentan con medidas de seguridad sismorresistentes. “Se avanzó muy poco”.

“Es más importante de lo que uno podría imaginar. El oriente despertó con eventos como el Málaga (edificio de 10 pisos que se derrumbó en 2011 por problemas estructurales)”, sostuvo.

Grandi presentó la guía el 27 de noviembre en La Paz, con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas. El titular de esa cartera de Estado, Milton Claros, refirió en la presentación que el texto será recomendado para las construcciones del Gobierno, gobernaciones y alcaldías. Adelantó que además se trabajará en una resolución ministerial sobre el tema sísmico.

La guía tiene cálculos y recomendaciones para la construcción antisísmica de casas, edificios y otras edificaciones, subrayó Grandi. El costo se incrementa entre 10% y 15%, agrega.

Por ejemplo, a una casa de $us 50.000 se le debe sumar unos $us 5.000 para que cuente con la característica sismorresistente. “El incremento no es significativo y es solo en la estructura. La obra fina y acabados son los mismos”.

Ballón aseveró que es importante que se trabaje en una ley sismológica boliviana. “No existe una normativa nacional. Se habla un poco del tema en la norma antigua, pero no es suficiente, tiene que haber una ley específica”.

La SIB y el experto señalaron que no se tomó atención al tema y que ahora se hace más importante por los movimientos de las capas tectónicas del mundo.

El representante de los ingenieros colegiados anunció que en 2019 se hará un seminario internacional para debatir el tema. “En el mundo se ha incrementado el tema de los sismos, por eso tenemos que tomar previsiones”.

La guía estará disponible desde el lunes 10 de diciembre en la página de internet del Ministerio de Obras Públicas: www.oopp.gob.bo

En Bolivia hay riesgo de sismo por tres placas

La placas Nazca, Altiplano y Sudamericana generan el riesgo de sismos en Bolivia, menciona la Guía Boliviana de Diseño Sísmico, de Rolando Grandi, que fue presentada por el Ministerio de Obras Públicas.

“Por el movimiento y los efectos de las tres placas tectónicas, la amenaza sísmica en Bolivia es muy alta, se pueden presentar sismos de alta intensidad en corto plazo”, alerta el trabajo presentado por Grandi el 27 de noviembre.

El texto puntualiza sobre los últimos movimientos de la placa Altiplano, cuando antes no había desplazamiento.

“Nos llama la atención, por eso hay que tomar recaudos”, advierte el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.

La guía explica el procedimiento de construcción antisísmica para trabajos públicos y privados. La Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) y Grandi alertan que solo el 20% de las edificaciones del país poseen esa característica.

“Lastimosamente, nos confiamos en que Bolivia no tenía amenaza sísmica. Para muchos es novedad. No tenemos grandes experiencias, excepto Aiquile. Tenemos que prepararnos”, dice Grandi.

En 10 meses hubo 1.083 sismosEn el país, en 10 meses se registraron 1.083 sismos, la mayoría de ellos en Potosí, informó a La Razón el Observatorio San Calixto. El temblor con mayor intensidad fue de 5,3 en la escala de Richter en Santa Cruz.

“Desde enero hasta junio, la sismicidad ha sido relativamente constante, en promedio hubo 120 temblores cada mes. Luego bajó entre junio y septiembre a un promedio de 80 eventos sísmicos porque ha estado relativamente quieto, y en octubre volvió a la normalidad”, explicó el director del Observatorio San Calixto, Gonzalo Fernández.

En enero hubo 131 temblores; en febrero, 122; en marzo, 131; en abril, 133; en mayo, 126; en junio, 89; en julio, 89; en agosto, 69; en septiembre, 83; y en octubre, 110.

De los sismos de octubre, 62 se registraron en Potosí, 22 en La Paz, 17 en Cochabamba, 5 en Oruro, 3 en Santa Cruz y 1 en Chuquisaca. De esos, el evento más fuerte se dio el 28 de agosto en Postrervalle, en la provincia Vallegrande (Santa Cruz).

El movimiento telúrico alcanzó los 5,3 Richter, con una profundidad de 15,1 kilómetros.

“Ha sido sentido por la población, pero no ha causado daños ni personales ni materiales”, señaló el experto, quien detalló que los sismos menores de 3,5 Richter no son percibidos y los que son mayores a 5 Richter pueden causar daños estructurales.

Como una forma de prevención, el Ministerio de Obras Públicas y la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) presentaron la Guía de Diseño Sísmico, para encarar construcciones sismorresistentes.

Sobre la sede de gobierno, Fernández apuntó que los movimientos que pueden afectar la urbe son los sismos del sur de Perú y del norte de Chile.

“La Paz es el departamento que está más cuidado porque tenemos una red de control que rodea la ciudad con cuatro estaciones sísmicas, desde las que estamos vigilando constantemente todo”, añadió el director.

Los temblores se producen por la liberación de energía o tensiones acumuladas en el interior de la Tierra. (09/12/2018)

Un brazo robótico soldador, dos robots exploradores y un exoesqueleto fueron los proyectos ganadores del primer lugar —en tres categorías— en la II Feria de Robótica y Mecatrónica realizada en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).

En este evento, estudiantes de las materias de Robótica Industrial y Mecatrónica, de la carrera de Electromecánica de la UMSS, expusieron 16 proyectos con aplicaciones en la industria, salud, seguridad, agricultura y más.

“El objetivo es mostrar los trabajos finales que desarrollan los alumnos, los cuales responden a las necesidades de la sociedad —de diversas áreas como la industria , salud y más—”, dice Marco Antonio Arancibia, docente de Robótica Industrial y Mecatrónica de la UMSS. “Estas ferias exigen y motivan a los estudiantes a mejorar sus prototipos y año tras año se notan los avances”, señala.

Arancibia explica que para desarrollar estos prototipos, los estudiantes aplicaron diversos conocimientos de resistencia de materiales, física, programación, inercias y más.

En esta gestión, los 16 proyectos fueron evaluados por un jurado compuesto por tres profesionales destacados. Habían tres categorías en robótica mecatrónica: industrial, móvil y aplicada.

Industria

En la categoría de robótica mecatrónica industrial, el primer lugar fue para el equipo que desarrolló el brazo robótico soldador. Este brazo, de unos 15 kilos, cuenta con cinco grados de libertad y es capaz de soldar trazos continuos en “planchas de hasta dos milímetros de espesor, cosa que con una arco normal no se puede”, recalca Denis Villagra, uno de los integrantes del equipo.

Con este brazo se evita que el operario sufra daños en la salud (por los gases CO2 y la luz que irradia el arco) y se optimiza el proceso en la industria pues podrán producir piezas perfectas en serie.

“Cuando el brazo está totalmente extendido, el centro de masa tendría que hacer que el brazo se quiera caer por el peso. Por ello, pusimos unos plomos circulares que van hacia atrás y hacen la compensación. Entonces, nuestro centro de masa puede mantenerse equilibrado y esto ayuda a los motores a no hacer tanto esfuerzo”, explica Villagra.

El segundo lugar recayó en el Robot Scara dibujante, y el simulador Scara MatLab se llevó el tercer lugar.

Móvil

En robótica mecatrónica móvil, dos prototipos destacaron: Cuadrúpedo Inspector y el Hexópodo 2.0, que fueron desarrollados para que ingresen e inspeccionen lugares reducidos, actividades de rescate o para inspeccionar ambientes peligrosos (gases tóxicos) para las personas.

El Cuadrúpedo Inspector cuenta con dos modos: auto o araña. El primero lo utiliza cuando recorre espacios planos y el segundo, al detectar irregularidades en el piso, se transforma en modo araña para poder desplazarse.

Cuenta con giroscopio, sensores de temperatura, gas y humedad. Es manejado vía Bluetooth y tiene una cámara que transmite en tiempo real.

El Hexópodo 2.0 también cuenta con giroscopio, sensores de proximidad, gas y temperatura. Con todos los datos obtenidos, brinda las coordenadas donde hay mayor grado de toxicidad.

En esta categoría, el segundo lugar fue para el Rover detector de humedad y el tercero para el Velocista.

Aplicada

En mecatrónica aplicada, el exoesqueleto ganó el primer lugar. “Este prototipo sirve para la rehabilitación de personas con parálisis temporal de las piernas o lesiones. Ayuda a estimular los nervios y los músculos”, dice Jheison Peredo, uno de los desarrolladores.

El segundo lugar fue para el equipo que desarrolló un CNC láser para la industria textil que realiza diseños con cortes precisos —a láser— en jeans. La fresadora CNC para placas PCB’S se llevó el tercer lugar.

 

Los Tiempos – Bolivia